Marlene Haring "Lickingglass"
Lo del encanto es un decir
Javier Marías. “La gratitud”, en La Zona Fantasma, 20-sept-2009
1.
Este fin de semana
vino parte de la familia desde Castellón a vernos en nuestro estreno en directo con “Harold & Blúm”. Claro que echamos de menos al resto, pero confiamos en que puedan verlo en breve.
Estamos contentos. Francamente.
Fue un fin de semana emocionante, en todos los sentidos.
Y creo que lo mejor es que los más sorprendidos por la solución de todas las cosas fuimos Ángela y yo.
Y es que sobre el papel, siendo uno el propio juez de su trabajo, se suele pecar de optimismo o de vanidad. No creo, de todos modos, que fuese nuestro caso.
Hemos sido bastante humildes, precavidos y minuciosos con la preparación tanto teórica como formal del espectáculo “Injertos”.
Aunque sí es cierto que careciendo de opinión ajena sobre el espectáculo, pues nos tenía un poco nerviosos la materialización del resultado encima de un escenario.
Era la primera vez que lo hacíamos, claro.
Y es que sucede pues que debe ser el criterio de los otros lo que nos da tanto la confianza y seguridad como la necesaria validación de lo que hacemos.
Porque, claro, todo espectáculo, igual que toda obra artística, se hace para un público, que es al fin quien lo juzga, disfruta y sanciona.
El resultado, pues, parece justificar todo nuestro trabajo.
De todos modos, lo importante fue que Ángela y yo disfrutamos con ello. Caso contrario carecería del menor sentido.
Aunque si he de hacer una confesión, yo creo que estuve mucho mejor el sábado que el viernes. Ángela estuvo esplendorosa los dos días.
Prometo mejorar para la próxima vez que vengan a vernos.
Y, por supuesto, muchísimas gracias a todos los que estuvisteis allí. Sin vosotros, esto no tendría el menor significado.
2.
Es curioso, llevo tiempo observándolo. Me refiero a la mecánica del insulto y el oprobio. El vilipendio anónimo y el grito cáustico.
Lo mencioné el otro día, como al pasar, respecto a lo que sucede en Facebook, que un poco viene a evidenciar esta tendencia, si es que así se pudiera llamar, o estado de cosas.
El caso es que el Macba propone ahora una exposición llamada “Modernologies” que parece querer (re)situar las ilusiones nunca alcanzadas del modernismo, sugiere no tanto su recuperación sino su continuación.
Yo ya escribí un ensayo y varios textos críticos al respecto hace varios años al hilo de haber conocido en Valencia los trabajos sobre la transmodernidad de la filósofa Rosa María Rodriguez Magda.
Mi punto de vista es muy sencillo: el postmodernismo no es una solución sino tan sólo un paréntesis. Una parada para tomar aire, si se quiere. Y así deberíamos valorarlo. Algo necesario pero forzosamente coyuntural.
El problema, a mi modo de entender, es que el (post)modernismo teórico es fascinante y provocador, pero no así sus prácticas. Sus prácticas son miméticas. Y una teoría no puede seguir con los mismos diseños que perpetra destituir de la vigencia artística.
Es muy sencillo: las aplicaciones (post)modernas han resultados decepcionantes respecto a sus postulados.
No es raro entonces encontrar una vuelta a las vanguardias.
Es algo que ya formuló Frederick Jameson: que el postmodernismo copia la lógica del capitalismo, por lo tanto no es apto para la confrontación, que es la tarea primera del arte.
Si les interesa el tema, el 23 de Septiembre el Macba organiza un simposio sobre el particular
(aquí toda la información).
3.
Y hablando de nuevas estrategias, dicen por ahí los chicos de Inverso que la poesía en Madrid importa, y mucho.
Vamos a ver si conseguimos entre todos lo mismo en Bcn.
No comments:
Post a Comment